Pleitas en blanco y negro

Torreón de Pleitas en 1959

Iglesia de San Juan Bautista

Pleitas, sus calles...

Pleitas, Toponimia...

El topónimmo Pleitas es uno de los muchos que carecen en Aragón de una explicación satisfactoria. Muy bien pudiera tratarse de la Baltas musulmana, emplazamiento fortificado dentro de la Marca Superior Andalusí, a unos 30 km de la ciudad de Saraqusta según las fuentes clásicas.

Así parece corroborarlo los textos de autores de la época como Al-'Udrï, al-IjIimyarï y al-Qazwïnï, que nombran en sus escritos dicha plaza fuerte.

 Otro posible origen del nombre partiría de los numerosos pleitos que a lo largo de los siglos se han suscitado con los pueblos vecinos por cuestión de riegos. Aunque dicha afirmación no goza de mayores argumentos que la apoyen.

 La primera aparición histórica del topónimo como tal, "Pleytas", parece provenir del año 1272, año en que el Justicia de Aragón sentencia en favor de la Orden de San Juan de Jerusalén la posesión de dicha plaza. Un testimonio escrito de 1274 confirma con estas palabras en aragonés antiguo la transacción:

 “... Et mandamos a los vasallos del dito castiello et la villa de Pleitas que caten et hobedescan et tiengan por senyores por todos los tiempos a vos et a los freyres de la dita orden del dito Espital de San Johan de Jherusalem.....”

 Un censo elaborado por las Cortes de Tarazona en el año de 1495 muestra que la totalidad de la población de entonces en dicha villa, "once fuegos"-o familias- era de fe musulmana.

 La rebelión de su población en 1589, su posterior ajusticiamiento por parte del Ejército Real a las órdenes de Alonso Celdrán y la posterior expulsión de los moriscos remanentes en el año 1610, junto con la atribución de cartas de población para los nuevos pobladores venidos de tierras del norte en 1616, condena, posiblemente a la oscuridad perpétua, al verdadero origen del topónimo "Pleitas", que como se ha mencionado, se hunde irremisiblemente en la noche de los tiempos...

Torreón de Pleitas en 1959.
Antes de su parcial demolición